En el siglo XII,en repuesta al resurgimiento de la herejìa de forma organizada,se produjo en el sur de Francia un cambio de opiniòn dirigida de forma destacada contra la doctrina albigense.

La doctrina y pràctica albigense parecìan nocivas respecto al matrimonio y otras instituciones de la sociedad y,tras los màs dèbiles esfuerzos de sus predecesores,el papa Inocensio III organizò una cruzada contra esta comunidad.

Promulgò una legislaciòn primitiva sus componentes y enviò predicadores a la zona.

Sin embargo,los diversos intentos destinados a someter la herejìa no estubieron bien coordinados y fueron relativamente ineficaces.

La Inquisiciòn no se constituyò hasta 1231,con los estatutos (Excommunicamos del papa Gregorio IX).

Con ellos el papa redujo la responsabilidad de los obispo en materia de ortodoxia,sometiò a los inquisidores bajo la jurisdicciòn del pontificado,y estableciò severos castigos.

El cargo de inquisidor fue confiado casi en exclusiva a los franciscanos y a los dominicos,a causa de su mejor preparaciòn teològica y su supuesto rechazo de las ambiciones mundanas.

Al poner bajo dirrecciòn pontifica la persecuciòn de los herejes.

Gregorio IX actuaba en parte movido por el miedo a que Federico II,emperador del sacro Imperio Romano,tomara la iniciativa y la utilizara con objetivos polìticos.

Restringida en principio a Alemnia y Aragòn,la nueva instituciòn entrò enseguida en vigor en el conjunto de la Iglesia aunque no funcionara por entero o lo hiciera de forma muy limitada en muchas religiones de Europa.

Dos inquisidores con la misma autoridad nombrados directamente por el papa,eran los responsable de cada tribunal,con la ayuda de asistentes,notarios,policias y asesores.

Los inquisidores fueron figuras que disponian de imponentes potestados,porque podian excomulgar incluso a principes.

En estas circunstancias sorprende que los inquisidores tuvieron fama de justo y misericordiosos entre contemporàneos.

Sin embargo,algunos de ellos fueron acusados de crueldad y de otros abusos.